sábado, 3 de agosto de 2013

Marcas



Es extraño colocarse en un lugar muy distinto al que estas ahora, muchas veces me dijeron que de los errores es de donde tienes que aprender, y de cada paso que des, a un nuevo lugar podrás llegar, a veces no es tan simple, solo es fácil decir las cosas, pero al momento de hacer las cosas nada es fácil... Estuve vagando por sitios muy diferentes, estuve indagando muy dentro de mi mente, tuve sueños muy extraños y recordé la teoría de los sueños de Sigmund Freud... ¿Que es... Deseo, placer?... Quizás ni uno ni lo otro, solo me di cuenta de que mis sueños no son tan lejanos a mi realidad... Tal vez es una pequeña apertura que abrí cuando vagaba lentamente por el mar de los pensamientos, en que todo movimiento me parecía bastante solido, y es como llegamos al mismo sitio.
A veces no necesitas mostrar valor para expresar lo que quieres ni necesitas ser tan fuerte para saber lo que necesitas, muchas veces solo necesitas saber en que sitio estas o en que sitio es el cual deseas estar, hay una gran diferencia entre una y otra, la verdad es que hay una gran diferencia entre todo y todas las cosas que te rodean, ¿puedes sentirte seguro en algún sitio?, a veces nos sentimos solos, indefensos y es cuando salimos a buscar aquello que nos hace falta... Pero... ¿Si nada nos faltara realmente?, ¿si todo fuera un complejo interno que tienes en el interior?, dicen que no naces para estar siempre solo... A veces es así como te sientes y aunque el viento te empuje y la oscuridad logre cubrir tu corazón, por alguna razón sabes que hay algo mas que solo eso... No se que busco ahora, ¿placer?, ¿sentidos?... Sentí como el fuego del infierno recorría mi cuerpo para fortalecerlo, y como el frió hielo congelaba mis sentidos para congelar todo tipo de sentimientos que pudieran dejarme caer en algún instante... 

A veces no necesitas que alguien te diga todo lo que hiciste mal, todo lo que estas haciendo mal, a veces esta de mas que te regañen por todo... Hay veces que solo necesitas que nadie te diga nada, te abracen y te dejen llorar en paz... ¿Cuantas veces no has sentido que sobras en el momento menos indicado?, hay veces que siento que este estrecho camino tiene mas senderos, para salir corriendo, recorrerlos todos y llegar al final de cada uno, ahora es aquí donde estamos, forjando un camino diferente, forjando sentimientos mas cálidos, mas sólidos, mas reales, porque todo quiere llegar a ser una realidad...
¿Por que hablamos de sueños?, para llegar a la meta y luego buscar un nuevo sueño, ¿por que caemos?, para levantarnos y probar que si podemos llegar al final de la historia, hoy no busco nada, salvo reparar aquellas alas rotas para alzar... Mi ultimo vuelo, aquel que me llevara a la cima de todo.

Deleyda de Lioncourt.



A veces solemos dejar huellas en la arena, y es lo mismo que hacemos con las personas, dejamos huellas en su interior, en su corazón, para que nos recuerden si es que nos tienen algo de valor dentro de sus vidas... A veces dejamos marcas mas profundas, como marcas en la roca, aquellas que son perforadas en el corazón y serán permanentes por el resto del tiempo...
A veces dejamos sonrisas en las vidas de alguien, y son para que vivan felices a pesar de todos los dolores que han vivido... A veces simplemente solo dejamos algo mas, que no lo puedes ver, pero sabes que esta allí y lo puedes sentir a cada segundo. 

A veces solo quiero... Un segundo... De tu... RESPIRACIÓN 

1 comentario:

Unknown dijo...

¿Errores? ¿Tenemos que asumir que un error es lo que hacemos cuando nos salimos del camino marcado? Yo creo que no. Marcas deja el agua al intentar salirse de su cauce. Huellas dejamos los seres vivos al salirnos del sendero, no se dejan huellas en suelo asfaltado. Tal vez se pueda vivir sin errores, pero no creo que haya vida más triste que la de aquel que no sea capaz de dejar marca alguna en los demás.

Tú en mí has dejado una marca imborrable, tan profunda que ni siquiera imagino ya mi vida sin esa marca... sin ti. Sólo puedo añadir un verso de una canción de Savia:

Sin ti, me da miedo hasta respirar