jueves, 24 de enero de 2013

Huellas


Me siento sumergida en un tiempo y espacio que no me pertenecen, entre rincón y rincón  después de tanto buscar un motivo, siento que ese motivo a llegado solo, siento que todo lo que en algún momento espere, simplemente fue un reflejo... Hay veces en que el curso de las cosas cambian y todo se tornan en sombras grises y negras, lo que amas, lo que sientes, lo que quieres, lo que deseas, todo eso son reflejos del corazón  quizás si me atreví a buscar en un tiempo y espacio que no me pertenecían  sentí la oscura noche, abrace el fuerte silencio que intentaba gritar, pero sus palabras fueron mas bajas como para no pronunciarse, sentí el calor de aquella presencia fría, sin calor, sin vida... Porque no eras tu, no estabas allí .. Eras diferente, ¿ quizás un cambio de actitud, o un cambio de corazón?, todo lo que un corazón puede latir solo, y seguir latiendo, pero las memorias, siguen teniendo esa figura latente en el interior, ¿quien es, a donde va?... Nadie lo sabe, porque nadie lo vio venir, nadie lo vio regresar... 

Dicen que las cosas son tuyas cuando regresan a ti, pero hay otras que son libres, porque tienen libre elección  y una de ellas es el poder escoger en que sitio deseas estar, vague  por las penumbras de la tierra oscura y las potentes llamas de los montes mas antiguos, aun no se que tierras pise para poder llegar aquí  y es que todo siempre recae en  el mismo sitio, quizás hoy no puedo volver a tocar, siento como mi violín grita, y sus finas cuerdas me llaman a la distancia, pero tengo mas de algo roto, tengo mas de algo herido, no puedo volver a entonar esas finas melodías que solían llevarse aquellos versos y aquellas notas que fueron escritas bajo la misma oscuridad, bajo el mismo silencio que se despedía en aquellas épocas de antaño.


Ahora puedo ver las hojas de los arboles caer y sentir aquel frió hielo recorrer mi cuerpo entero, siento mi cuerpo helarse, mi sangre perder la vitalidad que debería tener, ¿cuantas veces respondí a la misma llamada?, quizás mi teléfono hoy no recibe las mismas llamadas que antes, quizás mi mente ha dejado de preguntarse las cosas que se preguntaba en aquellos tiempos antiguos, quizás el tiempo ha determinado que hasta aquí tiene que llegar todo... Pero aun siento que algo late en el interior, y al mismo tiempo algo duele fuertemente, no se si todo este relacionado, quizás es solo otro juego del destino... Y es allí cuando tu nombre se me viene a la mente, porque sigue muy escrito en aquella roca que alguna vez penetraste tu mismo...


Los recuerdos siempre serán solo recuerdos, pero a veces hay mas de una gota de sed viviente en cada uno de ellos, no se a donde me encuentro ahora, porque siento que este viaje cada vez se vuelve mas intenso, cada vez que el sol se torna rojizo, cada vez que la luna deja de brillar, cada vez que tu voz desaparece en mi memoria, cada vez que todo comienza a desvanecerse, o que tu dejas de desaparecer de mi mundo, para alejarte y tomar un vuelo diferente...


Muchas veces fui desprendida de aquellas brillas de viento, pero ahora siento que ni ellas me pueden levantar para retomar ese vuelo, quizás porque la herida aun sigue siendo mas que penetrante en mi cuerpo, y en cada pedazo de mi piel, muchas veces voces infinitas me dijeron que te olvidara, pero sigo sin hacerlo, porque hay cosas que me lo impiden... ¿Verdad o realidad?, ninguna de las dos es igual, solo se parecen, pero se diferencian a la vez... ¿Donde estamos ahora?, ¿donde estoy ahora?, no hay diferencia, porque ni siquiera puedo sentir si tu estas aquí.


Aun existen huellas...


Deleyda de Lioncourt

1 comentario:

Unknown dijo...

Por supuesto que siempre quedan huellas. Al fin y al cabo, todos nuestros caminos, por largos o cortos, sencillos o complicados que sean, acabarán irremediablemente en la tumba. Quiero decir que son esas huellas lo que nos define como personas, de las que aprendemos y las que nos hacen evolucionar.

Pero las huellas. No las personas que las dejan. La gente viene y va, al menos hasta que encontremos a esa persona que camine a nuestro lado hasta el final; pero las huellas se van quedando. Y si perdemos el rumbo y no sabemos qué dirección tomar, serán esas huellas las que nos digan de dónde venimos, y por dónde no hemos de volver a pisar ;)

Un besazo, princesa n.n y mucho ánimo.