Agudizando Sentidos - Parte Uno.

Allí estaba en la oscuridad de la noche, no había ningún sonido, nadie caminando en estas calles desiertas, solo yo, con pensamientos latentes dentro de la mente, pensando en que quizás era mas fácil lanzarme al acantilado sin decir nada, sin dejar una huella, un rastro o algo donde pudieran encontrarme, tal vez el brillo y la luz del sol no habían conseguido descongelar mi corazón, y no habían alcanzado a darle calidez a mi interior...

Era extraño caminar ahora, la brisa del viento acariciando mi piel, y la lluvia purificando lo que una vez estuvo cubierto de maldad.. Una leve sonrisa se dibujaba en mi rostro, pero no era sincera, era triste y tenia un tono melancólico...

Cada paso que daba, me hacia divagar en mis pensamientos, no eran asaltados por nada, no existía nada mas en esta profunda noche... Camine por las calles desiertas mirando entre las ventanas de aquellas casas que se aproximaban... Todos durmiendo junto al fuego, en sus calidad y blandas camas, nadie despierto, todos profundamente en un mundo distinto al mio....

Sentí tristeza en el interior, como una herida que se abre una y otra vez, como aquella herida que se congela para que su cicatriz intente no dañarte tanto... Llegue al limite de las calles y el bosque, donde me interne en lo profundo, mis pies descalzos podían sentir la textura de las verdes hiervas, su aroma inundo todo mi ser, por un segundo sentí que podía sentir algo diferente a la soledad y la oscuridad que me inundaba...

Los arboles, tan frescos, tan propios de su perfume tan únicos allí todos juntos, parecía como si hablaran, como si pudieran escuchar mis pensamientos y mis pisadas... Llegue hasta aquel rió para mirar su transparente y cristalina agua, me sumergí en el sintiendo sus aguas frías y frescas, era como introducirse dentro de un sueño, uno de aquellos de los que no deseas despertar jamas, porque sabes que te llevaran y te harán sentir algo mejor.

Intente ahogarme en aquel rió, deje de respirar y me sumergí en lo mas profundo de el, cerré los ojos y sentí como sus aguas comenzaban a aliviar mis heridas, como la sangre que corría anteriormente de mi pecho dejaba de emanar, me deje llevar por lo que sentía y por el flujo del agua, no se cuanto tiempo paso, no se cuantas horas o noches estuve dentro de sus profundas aguas, sentí como moría y como la agonía que sentía se iba haciendo cada vez menor, sentí como todo lo que estaba viviendo se comprimía y yo desaparecía de este mundo.

Sentí algo cálido en mi pecho, pensé que había muerto, pero curiosamente desperté en la oscuridad del la noche, no pensé sentir algo isa, como aquello, algo había pasado cuando las aguas del rió tocaron mi piel, podía verme ahora sin heridas, ni sangre que fluyera de ellas, y podía escuchar una dulce y fina melodía que se entonaba entre los arboles, pero no eran ellos quienes la cantaban, todo estaba mas oscuro, pero mis sentidos eran mucho mas agudos, mucho mas vivaces que cuando llegue aquí por primera vez, estaba distinta, lo sentía en el interior, poda verme con claridad, mis reflejos cambiaron, eran mas ligeros al igual que yo al caminar, algo había pasado, pero aun no podía entenderlo bien.

Camine en dirección a donde se entonaba aquella melodía, simplemente guiada por mi oído, camine durante varias horas, y llegue a una parte del bosque donde había una luz, algo alumbraba, aunque para mi vista, era un poco dañina, podía sentir esa melodía y entenderla perfectamente, un ser pequeño se acerco a mi, era hermoso, tenia unas brillantes y pequeñas alas a su espalda, era un ser del bosque, un hada, se me hacia familiar, pero no podía recordar nada, mi mente estaba completamente en blanco, olvide de donde venia y hacia donde me dirigía... Me dijo algo en un lenguaje extraño, pero pude entenderlo a la perfección... No sabia como ni cuanto tiempo llevaba ahí, tal vez habían pasado años...

Extendí mi mano y ella se poso ahí, podía admirarla y ver que tan hermosa era, cerré mis ojos y ella me envolvió con un extraño polvo de color violeta, me tomo de uno de mis dedos y me introdujo por un camino, de pronto se detuvo en un árbol, no era un árbol cualquiera, era un árbol muy antiguo, ella rozo un poquito de polvo verde en una parte de aquel árbol, y me jalo hasta internarme dentro de aquel árbol, una vez ahí dentro, abrí mis ojos y pude ver mas seres pequeños... Tres de ellos se acercaron y me susurraron al oído.

- Bienvenida, este sitio es sagrado, hemos salvado tu vida cuando te vimos entre las aguas del rió, y has adquirido de nuestra sabiduría y de nuestros dotes... Sacaras tus alas cuando estés lista -dijo un anciano -

Lo mire con curiosidad, su lengua no era común y corriente, era Dríade, a eso se refería con que había adquirido su sabiduría y sus dotes, podía entender a la perfección lo que me decían, guarde silencio y tome aire, como si respirara por primera vez, me sentía extraña, pero experimentando nueva sensaciones en mi cuerpo, mire a las pequeñas criaturas y finalmente hable.

- ¿Cuanto tiempo llevo inconsciente? - dije casi sin aliento - ¿Por que me salvaron la vida?

- Porque tu mente deseaba morir -dijo el anciano- pero tu corazón... Pedía a gritos salvarse, llevas inconsciente un mes entero 

No dije nada Por un buen rato, las pequeñas criaturas recogieron las lagrimas que cayeron de mi rostro, sentí un calor que se fundía dentro de mi corazón... Mis pensamientos se peleaban los unos con los otros, no podía entenderlo, jamas quise ser salvada, jamas pedí una segunda oportunidad, ¿que esperaban que hiciera?, tal vez solo era un sueño, si mi mente se convenció de aquello, o quizás esto era pasar al otro mundo... Una extraña vida que jamas existió... Mientras yo me pasaba todo esto por la cabeza, el anciano me interrumpió y me saco del ensimismamiento.

- No solo te salvamos porque tu corazón lo pedía a gritos

- ¿Entonces? -pregunte yo mirando al anciano- ¿cual es la verdadera razón?

- Perteneces aquí -dijo el anciano- tu naciste aquí, y fuiste arrebatada

- ¿A que te refieres? -interrogue, y me di cuenta de que hablaba en Dríade- no consigo comprenderlo por completo

- Este es tu mundo, formas parte del bosque, años atrás fuiste alejada de aquí -dijo el anciano mirándome fijo- tal vez, tu memoria no lo recuerde

- No -dije negativamente- es confuso, no recuerdo nada

- ¿Quisieras recuperar tus memorias?

- ¿Es posible? -interrogue- ¿que tengo que hacer?

- Dirígete al árbol que esta cruzando las costas -dijo el anciano- tu sabrás que hacer, tendrás tus recuerdos cuando estés allí -dijo mirándome fijo- recuerda que solo tu puedes abrir tus propias alas

- Entonces mi ruta sera hacia allá -dije- ¿que tan lejos esta?

- A unos días de aquí

- Entonces partiré

Salí del interior del árbol y comencé a caminar por el frondoso y profundo bosque, podía sentir el llanto de los arboles, tan melancólico que podía persivir cada sentimiento infundido allí... Camine por entre ellos siempre bajo la oscuridad, y el brillo de las estrellas, de pronto comenzó a aclarar, comenzó a amanecer dando paso a la mañana, tan fresca y tan propia de ella... Las suaves hierbas del bosque envolvían mis pies descalzos invitándome a ser parte de todo aquello, el bosque era como sacado de un cuento de hadas, encantado, lleno de vida, lleno de frescura y ese viento exquisito que te envolvía como si fueras una ligera pluma que deseara ser parte de el, para volar tranquilamente sin ataduras.

Llegue a las orillas del rió, pude darme cuenta de que mas allá había una cascada, me sumergí en sus aguas para dejarme llevar por su flujo, pero esta vez seria diferente, no me hundiría en el, solo me dejaría arrastrar rió abajo para acortar camino a mi destino, mi corazón latía fuerte, las emociones que tenia eran cada vez mas fuertes, cada vez mas excitantes... Así fue, me deje llevar rió abajo un par de horas.

Una vez llegue rió abajo, salí de las aguas, estaba empapada, pero no me molesto, me recosté entre las hiervas, complementandome con ellas, habían nuevas cosas que comenzaban a llamar mi atención y podía sentir cada vez mis sentidos mucho mas agudos, divise a lo lejos un bello caballo blanco que dormía entre los arboles, su bello y brillante pelaje, sin pensarlo, me acerque hacia el.

Al verlo, el abrió sus ojos, al darme cuenta bien porque estaba recostado, vi que había caído en una trampa y se encontraba enganchado y herido, me acerque a el, el hermoso caballo se puso a la defensiva, me puse en el suelo y estire mi mano hacia el, sin darme cuenta alcance su cabeza y al sentir mi aroma se tranquilizo, lo acaricie un rato, y luego lo libere, sin saber que hacia, pase mis manos sobre su herida y las heridas desaparecieron por completo, como si jamas hubiesen estado allí, ese hermoso caballo acerco su cabeza a mi pecho y me percate como se comunicaba conmigo, su nombre es Relámpago Gris, acaricie su brillante pelaje y lo deje libre en el bosque, me voltee y continué mi camino... 

Seguí caminando y llegue a las arenas blancas, la oscuridad de la noche se hacia notar nuevamente, el viento fresco y vivo, comencé a caminar dejando huellas en ella, cuando algo me tiro de la ropa, voltee y ahí estaba, tan majestuoso y vivo, Relámpago Gris, su mirada se entrelazo con la mia y finalmente rompí el silencio entre el y yo.

- ¿Como me encontraste?

Claro, el no podía hablarme, pero en el interior sentía que me entendía, acerco su cabeza a mi pecho, yo cerré mis ojos y entendí, podía comunicarse conmigo, podía entenderme, una imagen se formo en mi mente, el me había reconocido por mi olor, era mas majestuoso de lo que yo podía ver a simple vista, y caminaría junto a mi, abrí mis ojos y lo mire

- Esta bien -dije- puedes venir conmigo, eres libre, no te ates a mi solo por salvarte la vida

El hizo una reverencia a mi, y yo la respondí de la misma manera, acaricie su bello pelaje y caminamos como si no hubiera nada mas que hacer, el camino era largo y agotador, no sabia exactamente que rumbo tomar o si estaba tomando el camino correcto, pero de todos modos caminamos cubiertos por la noche e iluminados por la luna, el único brillo que se percibía en el cielo.

No sentía miedo, ese sentimiento se había esfumado hace un tiempo de mi mente, solo sentía curiosidad y deseos de llegar a aquel lugar indicado, no tenia cansancio ni sentía frió, era extraño estar allí, en compañía de un caballo blanco, creía que solo estaba conmigo por lealtad, ¿que mas podía atarlo a mi?, no preste mas importancia a eso, al caminar varias horas, sentí que Relámpago Gris comenzaba a sentir cansancio, acaricie su cabeza y lo guié en dirección a una cueva que mi aguda vista ahora podía percibir, al llegar allí, lo alimente con manzanas que contenía en mi pequeño bolso y finalmente caímos rendidos por el sueño.

Continuara...

Deleyda.

Bueno sinceramente, no se que me dio por volver a escribir este tipo de cosas, espero que sea grato, si alguien llega a leerlo, si no, bueno... Me da igual... La verdad me siento sumergida en un monto de emociones que van y vienen y pasan por mi cabeza sin permiso, me siento interrumpida por los ruidos de mi ventana y asaltan mis pensamientos... Tal vez en una vida u otra reflejamos algo mas de lo que somos ahora... No lo negare, llore en cada palabra que impregnaba aquí, tal vez me siento un poco sensible, no lo se...

Quizás estoy volviendo a una parte de mi vida que ignore por un largo tiempo, pero fue realmente rico volver a escribir algo así en este sitio, creí que ahora solo cabían pensamientos y recuerdos tristes, tal vez tengo algo mas que mostrar o algo mas que dar. Aun así... Siento algo en el interior que no lo puedo curar tan fácil... La heridas psicológicas jamas se borran, solo se aliviar un poco.

La Sombra del Destino.

Tal vez desaparezca, tal vez no... Tengo miedo... No se si aferrarme o dejarme caer.