jueves, 9 de mayo de 2019

Bruma.


Hoy camine por calles desiertas, donde no existía nada, ningún alma, ningún ruido mas que el viento al pasar, fue como regresar a aquellos tiempos, aquellos días en los que en un tiempo lejano solía envolverme, todo me instaba a continuar, el viento, los arboles y la bruma que bajaba lentamente. Me sentí en una ensoñación en la que no entraba por muchos años, cuando solía tener quince años y me gustaba perderme en la oscuridad de la noche, en la soledad del tiempo y entre los silencios del ayer, un ayer lejano y pasado que a nadie le gusta recordar, porque el hacerlo es sentir un dolor punzante en el pecho y en el alma. Decidí continuar con mi camino, porque a pesar del frió que aumentaba y mis dedos congelados bajo una noche como esta, fueron mis pensamientos los que se elevaron y ardieron en deseos de seguir adelante por una ruta oscura y al mismo tiempo mas solitaria que la de aquellos tiempos de antaño. Era yo quien solía perderse en esos caminos donde solo andaban las almas de los olvidados, de aquellos que han perdido el rumbo de regreso a casa, o simplemente se perdieron porque ya nadie los podía recordar.
Una muerte terminal es lo que recibes cuando no existe nadie, nadie capaz de relatar tus historias o contar tus memorias, ya que los tiempos de ahora son muy diferentes a aquellos en los que vivíamos, existía mas comunicación y menos frialdad entre las personas, pero fue así como llego la digitalizacion y nos hizo alejarnos de aquellos que están mas cerca de nosotros, para estar mas cerca de aquellos que están mas lejos, y aun así nos conseguimos sentir realmente solos en el mundo. La marea de personas va y viene a diario, pero somos nosotros quienes decidimos alejarnos de aquello, porque buscamos objetivos diferentes. 

Así es como tome un gran trago de aire y continué mi camino, era realmente perfecto, un sendero como me gusta recorrerlo, la bruma seguía bajando a cada segundo y se me pasaron las horas fuera en las calles, llegue a una plaza y me senté a observar mas allá, algunas personas que transitaban en sus autos con rapidez, y otros simplemente que pasaban por encima sin ver mas allá de lo que tenían en frente. Una triste panorámica pero que en el fondo lo estaba disfrutando. Me quede allí a pesar del frió, a pesar del mal tiempo sin importarme que tal vez podría enfermarme en cualquier momento, digo aquello ya que mi salud ha sido muy mala estos últimos años. Quizás no me encuentre en uno de los sitios mas fríos del mundo, pero la bruma que bajaba era suficiente como para desear estar en un sitio caliente y bebiendo algo que calentara mi cuerpo por dentro. 

No se cuanto tiempo paso realmente, solo me moví al momento que me di cuenta de que no podía sentir mis manos debido al frió y al mal tiempo, al darme cuenta de que la calle a penas podía divisarse lo que se veía mas allá. Me puse de pie y continué mi camino a pasos lentos, a pasos leves como si estuviese envuelta en un sueño profundo que no me permitía despertar, mi mente estaba clara, despejada pero al mismo tiempo en blanco y algo saturada, como quien necesita un reseteo para comenzar a olvidar todo aquello que te ha dañado o te ha hecho mal en un tiempo, ya sea corto o lejano y es que hace algún tiempo las cosas no me han salido bien, sin importar lo que haga, o sin importar lo que intente, nada ha conseguido salirme bien. Me siento cargada pero aquella carga siento que en el fondo no me pertenece, es algo que se ha esfumado con el tiempo y se ha desvanecido sin dejar rastro, sin permitirme ver de donde vino o de donde llego en su momento. 

Me tome el tiempo suficiente para respirar y para poder quedarme tranquila aunque sea por un par de horas, pero una vez mas llego donde mismo. A aquel lugar donde nos conocimos e intento creer o pensar que en realidad nada ha pasado, de que en el fondo nada de esto ah sucedido, me gustaría despertar un día y poder tener un botón para borrar todo y quedarme con una mente vacía y realmente en blanco. Seria mucho mas sencilla la vida si las cosas pudiesen suceder de aquella forma, pero luego recuerdo que existo en dos realidades y es cuando bajo a la tierra para ver que mi existencia sigue aquí, en un sitio tan frió como la humanidad, en un sitio tan congelado como mi corazón se ha convertido, y sobretodo en un sitio tan oscuro como yo me he permitido ser estos últimos años. Y es donde pregunto ¿quien fui? no puedo recordarlo, porque aquel ángel de alas negras dejo de existir, para abrir paso al demonio que ahora ves frente a ti... Me arranque las alas para ver que aun sin ellas puedo vagar en tierras lejanas, y que ya no es importante alzar el vuelo para darme cuenta de que aun sigo en el mismo lugar, y quizás es la razón por la cual caí a fondo sin poder subir. 

Deleyda.




Hoy tuvimos una neblina demasiado densa en la capital de la ciudad, es señal de que este invierno sera mucho mas crudo y frió que los anteriores a los últimos años. Me dedique a caminar una vez que salí de clases, tenia ganas de gritar, de correr, de morir y quedarme en plena calle a esperar que algún vehículo lo hiciera, pero luego pensé en que, tenia una gatita esperándome en casa, y necesita los cuidados correspondientes, y es cuando pienso en matar a mi amigo por el simple hecho de haberla traído sin que lo quisiera. Según el, es lo que necesitaba en mi vida, y ahora no tengo idea de que hacer... 

Una vez mas llegue a tu perfil y mire la cuenta, las interrogantes rondan mi mente y lo cierto es que no si se hablarte, porque en el fondo creo que me da miedo enterarme que todo eso sea verdad, por otro lado tu nunca me dijiste nada y me hace pensar que tal vez nunca fueron así las cosas. Es extraña esta sensación ya que no lo había sentido nunca. Pero en el fondo tengo mi orgullo y se que si te hablo sera abrir una herida que deseo no abrir, ademas es una herida que jamas cerro. Simplemente me obligue a creer que nunca fuiste parte de mi vida, y ahora de verdad me pregunto si alguna vez fuiste real... Estar dispuesto a todo, para luego dejar todo a medias es algo que realmente no va conmigo, y se que en el fondo si hubiese sido yo la que hubiese estado allá, te habría buscado sin descanso, quizás no hubiese sido fácil, pero no me importa, las cosas mas difíciles de conseguir son aquellas que llegan a tener un sabor rico al final del día, el problema es que ahora ni siquiera aquello existe. 

Me siento como la canción de Mago de Oz, Adiós Dulcinea... "Me voy como vine a tu vida, sin hacer ruido, me despido y me voy."
Solo que en este caso, jamas me despedí. 

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